NUESTRA HISTORIA

Cantillana nació de un sueño...

Estudiantes de 1988 con la directora Débora López Saavedra

Transcurría el año 1987 y un grupo de padres, enamorados de sus hijas y preocupados por el lugar donde las llevarían a cursar sus estudios básicos, quisieron dibujar y colorear un buen futuro para ellas y soñaron con un establecimiento que llenara sus expectativas. Hicieron llamadas, reuniones, buscaron opiniones y entre tintos de visitas familiares tomaron decisiones.

Los ideales con que habían iniciado los estudios escolares debían continuar; vuelven a tener lugar las llamadas, las reuniones y los tintos en familia para optar por pedir a ASPAEN que al igual que el preescolar, se fundara un colegio de primaria con proyección a secundaria. Promueven las gestiones  los matrimonios: Jorge Alberto Gualdrón y Señora, Jaime González y Señora, Francisco Nigrinis y Señora, Carlos Alberto León y Señora, Mario Serrano y Señora. Una vez obtenida la aprobación se avecinaba una tarea cuidadosa: convencer a otros padres de familia para alcanzar un número suficiente de estudiantes, conseguir recursos, un lugar apropiado, un personal idóneo, un nombre y unos emblemas. Se estudiaron nombres y se optó por rendir homenaje y canto a la tierra Santandereana mediante la nominación de CANTILLANA.

Ya todo reunido, había que comenzar la cristalización de este sueño; entonces los doctores Rafael Ortiz Sepulveda y Señora, Luis Miguel Parra y Señora, Augusto Rangel y Señora, Fernando Carrizosa y Señora, José Cavanzo y Señora, Gonzalo Rios y Señora, Victor Álvarez y Señora, fundaron para la comunidad bumanguesa el Gimnasio Cantillana. Se delegó la dirección espirtual al padre Javier Abad Gómez Capellán, sacerdote de la Prelatura del Opus Dei. Se nombró directora a la Señorita Débora López Saavedra, y se contó con la colaboración de cinco profesoras: María Cristina Pérez Torres, Amparo Amorocho Rincón, Sandra Milena Morales Mantilla, Gloria Isabel Mantilla Rodríguez e Isabel Cristina Rodríguez Beltrán.

Cantillana abre sus puertas en el mes de febrero de 1988 en una casa ubicada en Lagos del Cacique un poco apartada de la ciudad y con 41 alumnas, llenas de expectativas y novedades.